American Oversight obtiene emails acerca de las deportaciones de ICE que propaga el coronavirus más allá de las fronteras de EE.UU.
Mientras Covid-19 se propagaba por todo Estados Unidos en marzo de 2020, el Presidente Donald Trump anunciaba un cierre parcial de la frontera entre EE.UU y México, citando la amenaza que el virus representaba para los norteamericanos. Ese mismo mes, los oficiales de Inmigración y Aduana deportaron a Centroamérica y a otros lugares a miles de inmigrantes indocumentados, muchas veces sin antes haberlos sometido a pruebas de coronavirus.
Originalmente publicado en inglés en junio de 2021
Mientras Covid-19 se propagaba por todo Estados Unidos en marzo de 2020, el Presidente Donald Trump anunciaba un cierre parcial de la frontera entre EE.UU y México, citando la amenaza que el virus representaba para los norteamericanos. Ese mismo mes, los oficiales de Inmigración y Aduana deportaron a Centroamérica y a otros lugares a miles de inmigrantes indocumentados, muchas veces sin antes haberlos sometido a pruebas de coronavirus. Para julio, 11 países alrededor del mundo habían encontrado casos de Covid-19 entre aquellos que habían sido deportados desde los EE.UU.
American Oversight ha obtenido comunicaciones del Departamento de Estado que van de marzo a abril de 2020, donde funcionarios federales comparten información de deportaciones a Guatemala, incluyendo detalles acerca de los síntomas potenciales de Covid-19 entre los migrantes en estos vuelos. Luego unos informes revelaron que durante este tiempo, ICE no adoptó suficientes medidas mitigantes: La agencia no sometió a pruebas a los migrantes de Guatemala antes de deportarlos hasta el 26 de abril y no exigió que los que abordaban vuelos llevaran mascarillas hasta mayo.
En marzo de 2020, la administración de Trump invocó el Título 42, una oscura sección del código de salud de EE.UU. para rechazar a los que cruzaban la frontera. La política, que según la administración prevendría la promulgación de Covid-19, fue establecida a pesar de las objeciones de los científicos de CDC. Luego unos informes demostraron que Stephen Miller, el consejero jefe de Trump, había querido usar el Título 42 para restringir la inmigración incluso desde el año 2018.
Los documentos obtenidos por American Oversight contienen un número de emails relacionados con manifestaciones de síntomas en los deportados, enviados por funcionarios cuyos nombres aparecen en su mayor parte tachados. En un email dirigido a funcionarios del Departamento de Estado en el escritorio de Guatemala, un funcionario dijo que dos menores de edad que se encontraban “extremadamente enfermos” habían estado en un vuelo de deportación a Guatemala; otro email enviado esa semana decía que un menor que no iba acompañado en un vuelo el 26 de marzo tenía una tos que había causado que se activaran los protocolos de detección.
Una preocupación de que las deportaciones pudieran propagar el virus hizo que las autoridades guatemaltecas pidieran a fines de ese mes que Estados Unidos detuviera todas las deportaciones. “Hemos pedido de muy buenas maneras, sabiendo que somos amigos y aliados, que detengan las deportaciones durante esta crisis para no empeorar las cosas,” un funcionario guatemalteco dijo a Wall Street Journal.
Un email enviado el 1 de abril mencionaba que el vuelo de deportación agendado para ese día se había cancelado, y que el Secretario interino de Seguridad Nacional Chad Wolf quería hablar con el Ministro de Relaciones Exteriores Pedro Brolo acerca de “reiniciar inmediatamente” los vuelos. De acuerdo a otro email después ese mismo día, Brolo accedió a permitir un vuelo diario a partir del del 2 de abril.
En las siguientes semanas, el número de infectados vinculados con estas primeras deportaciones siguió aumentando. El 7 de abril, el Ministro de Salud de Guatemala informó que tres adultos que habían sido enviados de regreso a Guatemala el 26 de marzo habían tenido resultados positivos de Covid-19 después de llegar a Guatemala. Los emails mencionan que el 11 de abril, el vice ministro de relaciones exteriores, Eduardo Hernandez, le dijo a ICE que tres personas infectadas que habían sido deportadas el 26 de marzo habían contagiado con Covid-19 a un total de 80 personas en Guatemala. Y el 18 de abril, el New York Times informó que por lo menos 30 personas en dos vuelos del 26 de marzo ya habían contraído Covid-19 desde antes de llegar a Guatemala.
En abril, mientras continuaban los vuelos, los funcionarios compartieron información acerca de los síntomas que tenían los deportados. En un vuelo que aterrizó en Ciudad de Guatemala el 13 de abril, una persona tenía “fiebre de 102 grados”; una semana después, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades confirmó que 51 de los 76 deportados en ese vuelo habían obtenido resultados positivos de Covid-19. En datos proporcionados después por el gobierno guatemalteco y reportados por Arizona Republic, 70 de los 76 migrantes en ese vuelo habían dado positivo después de bajar del avión.
Los funcionarios guatemaltecos una vez más detuvieron las deportaciones desde EE.UU. el 16 de abril, pero funcionarios de la Casa Blanca presionaron para que estos vuelos continuaran. El 18 de abril, un funcionario cuyo nombre se ha tachado dijo que “la prioridad de la Casa Blanca es continuar con las deportaciones del Título 42.” Al día siguiente, funcionarios guatemaltecos accedieron a la petición de la Casa Blanca de recibir un avión que llevaba a bordo menores sin acompañantes.